Hasta hace apenas dos años, el procedimiento conocido como ERTE no formaba parte del vocabulario popular. Sin embargo, desde el estallido de la pandemia del Covid-19 en marzo de 2020 y la aprobación, el 17 de marzo de 2020 del primer real decreto ley en el que se vincularon los ERTE a dicha situación, se ha convertido en una herramienta fundamental para la protección de empresas y trabajadores. Desde Sánchez Cánovas Abogados, queremos contarte más sobre este instrumento.

La importancia de los ERTE

El ERTE o Expediente de Regulación Temporal de Empleo es una herramienta laboral administrativa que permite a las empresas despedir de forma temporal a los trabajadores o reducir su tiempo de trabajo. La clave de esta definición está en la temporalidad, ya que esta medida se circunscribe a un periodo de tiempo concreto y responde a una causa coyuntural. Durante ese tiempo, los trabajadores de la empresa tienen derecho a percibir prestaciones por desempleo, ya sean totales o parciales. Una vez esta medida finaliza, la situación de los empleados debe retomarse con normalidad en las mismas condiciones contractuales que tenían antes de la aplicación del ERTE.

Tal y como apunta la CEOE, este mecanismo, inspirado en la apuesta por la flexibilidad interna, ha sido de utilidad para la preservación y el crecimiento del empleo. Todo ello, en un contexto que ha cambiado por completo el escenario económico mundial.

Otro de los aspectos a destacar de esta respuesta adaptativa a situaciones de fuerza mayor como la que hemos vivido es que tiene incentivos para empresas y trabajadores, al mismo tiempo. Por un lado, la empresa puede reducir sus costes laborales y, por otro, el trabajador obtiene un salario y, además, conserva su puesto de trabajo. Además, es un procedimiento abierto a cualquier empresa, siempre que su uso esté justificado, independientemente del tamaño, número de trabajadores y sector de actividad de la misma.

Diferencias entre un ERTE y un ERE

La duda más habitual que hemos escuchado en los últimos meses es la diferencia entre los ERTE y una medida mucho más conocida para el conjunto de la población: los ERE.

Aunque existen muchos detalles a analizar, la diferencia sustancial es que este último instrumento jurídico, el ERE, o Expediente de Regulación de Empleo, tiene como objeto la extinción de la totalidad o de un número significativo de contratos de trabajadores. Esta es una decisión que deriva del cede de la actividad de la empresa, ya sea de forma total o parcial, y que está respaldada por causas objetivas: económicas, de producción o de organización. Es decir, el ERE, en términos generales, provoca una pérdida de empleos mientras que el ERTE tiene como fin la conservación de los mismos.

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